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jueves, 8 de agosto de 2013

ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE AGENTES RURALES DE CATALUÑA (ASPARC) COMUNICADO DE PRENSA



Agricultura destina recursos de prevención de incendios al servicio de la caza de élite.



Desde la pasada semana, la Consejería de Agricultura destina 7 personas en acompañar los cazadores de cabra montés (cat. Cabra montés) dentro de la Reserva Nacional de Caza de los Puertos de Tortosa y Beceite. Se ha creado un "grupo de guías de caza "al que se han destinado de forma exclusiva 3 miembros del Cuerpo de Agentes Rurales y 4 ex trabajadores de la ahora extinta brigada del Parque Natural (disuelta por los recortes de personal).
Desde el año 2008, las tareas de apoyo a la gestión, la vigilancia y el acompañamiento de los cazadores en las Reservas Nacionales de Caza, las viene haciendo el Cuerpo de Agentes Rurales, compatibilizando con el amplio abanico de tareas que tiene encomendadas como cuerpo de protección del medio ambiente. Por ejemplo, en estos meses de alto riesgo de incendios forestales, no es época de caza de la cabra
salvaje y los efectivos se dedican prioritariamente a la prevención y la investigación de los incendios.

Desde el ASPARC venimos pidiendo a la Consejería de Agricultura, que se haga un cambio profundo en la gestión de las reservas nacionales de caza, con el fin de permitir que los costes de la caza recaigan sobre los cazadores y no sobre el erario público. Pero con la creación del grupo de guías de caza se opta por un regreso al pasado, destinando en exclusiva empleados públicos al servicio de los intereses de empresas de caza. Y además, se hace en plena campaña de alto riesgo de incendios forestales, acortando en 3 agentes más la ya escasa plantilla del Cuerpo de Agentes Rurales en las Tierras del Ebro, región especialmente corta de personal.
Cabe recordar que las reservas nacionales de caza son una figura en nuestro entender obsoleta, creada en 1966 por la Administración franquista, para la consecución de ejemplares de alto valor económico. En estos terrenos, los cazadores locales o con bajo poder adquisitivo sólo pueden aspirar a abatir ejemplares viejos o enfermos, mientras que los trofeos de caza se reservan a personas adineradas que pagan tasas elevadas. Aún así, las Reservas son altamente deficitarias, por lo que constituyen un gasto público en favor de unos pocos cazadores adinerados que no lo necesitan.

La creación de un grupo de guías de caza formado por personal público en la Reserva Nacional de Caza de los Puertos de Tortosa y Beceite, responde únicamente a las presiones de determinados intereses particulares y mercantiles, participados por la cúpula territorial de Agricultura, que pretenden volver a tiempos pretéritos poniendo empleados públicos al servicio de unos pocos cazadores adinerados. Asimismo, con esta decisión se pretende apartar el Cuerpo de Agentes Rurales de la vigilancia y del apoyo a la gestión en las Reservas, posiblemente porque sus miembros no deben favores a nadie y no se avienen a servilismos que, afortunadamente, el resto de la Administración pública ha erradicado hace muchos años. Contacto: Francisco Coll y Riba (presidente ASPARC), tel. 644146296

Cataluña, 2 de agosto de 2013
http://www.aeafma.es/aeafma/83-asociaciones/114-asparc

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