Hoy la caza es una actividad
en unos casos sólo lúdica; y en otros, además, económica. Pero desde los
primeros tiempos, y hasta hace relativamente poco, se cazó exclusivamente para
sobrevivir. De forma que la actual pasión por la caza que muchos sentimos es en
realidad un impulso heredado, proviene de un instinto de supervivencia fuerte y
necesariamente arraigado en nuestros genes. Evidentemente, como todas las
pasiones heredadas, resulta difícil de explicar.
He observado que para llevar
adelante este proyecto era fundamental crear lo que ahora viene a llamarse I+D
(Investigación y desarrollo)
Una seguida experimentación y
renovación del sistema de producción de nuestras perdices, con resultados
gratificantes, han marcado el camino
para alcanzar nuestro objetivo: una perdiz fuerte, de calidad en fenotipo y genotipo de nuestra insustituible
perdiz roja. Todo un reto gracias a mucho esfuerzo y dedicación de nuestro
equipo de profesionales, a la vez de una fuerte inversión empresarial.
Es por todo ello que os invito a desarrollar un proyecto
ambicioso, riguroso y con el modelo a seguir durante una década.
GRACIAS POR CONFIAR EN FAISA
D’OR..
Gerente
Juan Saavedra
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